PALACIO DEL INFANTE DON LUIS.


Diseñado por el arquitecto Ventura Rodriguez (1.780). A causa de la muerte del infante se levantó solo el ala este, en donde habitó.
Destaca la fachada principal con su pórtico granítico de seis columnas dóricas adosadas.
Goya pintará aquí: Retrato de Dª Mª Teresa de Villábriga; retrato del Infante; la Familia del Infante, etc.
Boccherini: compositor de melodías galantes.Crea en Arenas: La música nocturna de Madrid, Opus 35, El Stabat Mater y villancicos..

El palacio que el Infante D. Luis Antonio de Borbón mandó edificar en Arenas se caracteriza por tener, en su diseño, estructura neoclásica en la que la simetría es un elemento fundamental. La obra quedó inacabada por lo que se puede contemplar es una parte de la totalidad que apenas supera la mitad de lo proyectado puesto que de los 3086 m2 sólo se construyeron 1844 m2.


La masa arquitectónica que se pensaba levantar tendría una planta rectangular con torreones en cada una de las cuatro esquinas; por estar inacabado el edificio solamente se pueden contemplar dos de ellos. La fachada principal estaría formada por un gran lienzo en el que se distribuirían de forma simétrica los vanos a partir de un eje que se formaría en la mitad de la puerta. Esta tiene un pórtico protector que sostiene un gran balcón con balaustrada sostenido por sólidos lienzos junto a los que se adosan seis grandes columnas dóricas; el pórtico consta de un gran arco semicircular en el centro y de dos vanos rectangulares en los laterales; sobre ellos un vano circular. En el centro, en correspondencia con el arco, hay una gran puerta de arco de medio punto; junto a la puerta principal hay otras dos, adinteladas, más pequeñas.

La entrada da acceso a un gran vestíbulo cuya techumbre está sostenida por grandes pilares cuadrangulares; de la zona central arranca una gran escalinata de piedra sobre la que colgaba una gran lámpara. 
En la planta central están los grandes aposentos, estancias y la capilla, pues era la partemás noble, mientras que la alta se edifica para vivienda de la servidumbre de acuerdo con los usos de los palacios, concretamente del Real, de Madrid, con el que tiene cierta semejanza. Una parte de las dependencias se vuelcan hacia el exterior y otras se organizan en torno a un patio -al estar sin acabar la construcción falta otro- que ilumina las estancias y, con su fuente, da quietud a la vivienda.

 

El diseño del palacio, en un principio encargado a Ventura Rodríguez, es obra de los hermanos Diego e Ignacio Thomás, aunque luego consta como arquitecto, cuando se edifica Mateo Guill. Se inicia la construcción en 1779 y, en 1783, se recorta la edificación del proyecto, aunque es posible que se pensase en una pronta continuación pues en vez de rematar los extremos quedan visibles, como están aún hoy día, los puntos dejados para engarzar una parte con la otra.
El carácter ilustrado del Infante le permitió poseer una excelente biblioteca, un gabinete de Ciencias Naturales y una notable pinacoteca; de acuerdo con la importancia de la pintura como medio para pasar a la posteriodad, hizo venir a Goya en los veranos del 83 y del 84 para retratar a los miembros de la familia tanto de forma individual como colectiva en un cuadro de grandes proporciones (2,48 X 3,30 m.) como es La familia del Infante D. Luis, cuadro que actualmente pertenece a la Fundación Magnani Roca, de Parma, Italia. Por su afición a la música tenía una orquesta de cámara al frente de la cual estuvo Luis Boccherini.
Da más realce al palacio la situación sobre una amplia explanada en lo alto de Las Mosquera que permitía tener tanto un jardín delante de la mansión como zonas campestres para los animales domésticos entre los que destacaban los caballos indispensables para los tiros de los carruajes.
Para animales y sirvientes de más baja categroía mandó edificar también la Casa de Oficios un poco retirada del palacio.
Por su ubicación, desde él se contempla una amplia panorámica hacia el sur, en primer término todo el caserío urbano del pueblo, y, por la parte de atrás las bravías crestas serranas y los verdes pinares que tanta atracción ejercían sobre el Infante por ser sumamente aficionado a la caza.